Dónde comer en Altea
Dónde comer en Altea
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Finde en Altea

¡Hola clarineadores!

Hoy vengo a hablaros de nuestra escapada a Altea en abril. La Comunidad Valenciana proporciona bonos turísticos que sólo puedes solicitar si estás empadronado en ella, una vez lo solicitas y te lo conceden, puedes escoger cualquiera de los alojamientos de su lista y te reducen el 60% de la estancia. Así que nosotros elegimos Altea, un pueblecito pequeño pero con mucho encanto en la provincia de Alicante que llevaba tiempo queriendo visitar. En verano tiene la posibilidad de baño, ya que cuenta con muchas playas bonitas aunque de piedras, eso sí. Pero está muchísimo más masificado y quizá eso haga que la estancia no sea tan agradable. Bajo nuestra experiencia, en abril hace buen tiempo, te encuentras algún turista que otro pero nada comparado con la masa de gente que llega en verano, y puedes disfrutar del pueblo tranquilamente, hacer fotos y recorrer sus calles sin agobios. Al fin y al cabo, pueblos costeros con calas y posibilidad de baño, hay muchos.

ALOJAMIENTO: En cuanto al alojamiento, elegimos uno de los que estaban en la lista, el más barato de hecho. El hostal en cuestión era el Hostal Fornet Altea. Las habitaciones no son nada del otro mundo pero por el precio que pagamos están más que bien. El baño está reformado y la ubicación es genial, tampoco pedimos más.

Primer día: 28 Abril

Llegamos allí el viernes casi a la hora de comer, así que nos dio el tiempo justo para hacer el checkin, dejar las maletas, pasear un poco por la plaza principal y bajar a la zona de la playa para buscar un sitio para comer. La plaza principal es La Plaza de la Iglesia, donde efectivamente se encuentra la Iglesia de Altea cuya cúpula es el símbolo más característico de este pueblecito.

Fuimos a comer a un sitio que había visto recomendado llamado 8 de tapes y la verdad que no nos defraudó para nada, más abajo hablaré de él. Una veza habíamos comido, fuimos a tomar un helado en Llao llao. que está al lado y después dimos un paseo por toda la playa. Han dejado el paseo muy bonito y se estaba muy a gusto. Volvimos al hostal a descansar atravesando el ayuntamiento y otras calles. Después de darnos una ducha y haber descansado un rato salimos otra vez hacia la zona de la playa para verla esta vez de noche, cenamos en un kebab que había por allí ya que no pretendíamos gastar mucho.

Segundo día: 29 Abril

A la mañana siguiente, fuimos a desayunar al bar de debajo del hotel, tiene cosas ricas pero están muy saturados, o al menos cuando fuimos nosotros solo tenían un camarero y no daba a basto. Y ahora sí, nos dispusimos a recorrer todas la zonas pintorescas del pueblo. Fuimos por la famosa Calle San Miguel, entrando en las tiendecitas, que hay muchas. De hecho compramos una ilustración y separador de libro en una tienda con mucho encanto llamada Estudio De Arte Casa Del Pajaro. Llegamos a la plaza de la Iglesia otra vez y disfrutamos de las vistas en el Mirador de los Cronistas de España. Desde allí fuimos al Carrer Major, a la Calle Salamanca, al Mirado Blanco y a la calle Santa Bárbara. Encontramos un spot perfecto para hacer fotos y sin gente! El callejón San Pau. Enfrente está el restaurante l’Airet. el cuál también tenía apuntado como recomendación por sus arroces, no lo probamos pero lo haremos la próxima vez que vayamos.

Una vez exploramos todas la calles e hicimos todas las fotos necesarias fuimos a comer a un italiano que tenía recomendado: Restaurante Il bandito. Cuando llegamos nos recibió una gatita naranja llamada Caneta que es el alma del restaurante, así que si te gustan los gatos anímate a saludarla! La comida estaba riquísima, otro gran acierto! Hablo de ella más abajo.

Cuando terminamos de comer, descansamos un poco en el hotel y nos fuimos hacia El Albir. Allí hay una rutita asfaltada, muy cómoda que lleva hasta el faro del Albir. Dependiendo del año y del tiempo, el atardecer se ve mejor o peor pero aún así merece la pena escaparse un poco a la «naturaleza» y ver algo diferente. Si vais en verano, allí se encuentra la Cala de la Mina, el camino está un poco escarpada y hay desnivel, pero si os queréis alejar de las masas veraniegas puede ser una buena opción. Después de acabar la ruta fuimos al Burger King a cenar , es cutre, lo sé, pero aún somos estudiantes Alex y yo y no podemos permitirnos comer y cenar fuera siempre! jajajaja

Al acabar de cenar volvimos a Altea, nos apeteció tomarnos un helado en una heladería que teníamos al lado del hostal: Yogurteria Iglú, el dueño del local es un señor muy entrañable y todo lo que tienen está muy rico, también nos recomendaron los crepes pero estábamos llenos, os animo a vosotros a probarlos y me decís qué tal 😀

Paseamos por la zona de noche, tiene otro toque, y ya nos volvimos al hostal.

Tercer día: 30 Abril

Hoy domingo nos levantamos sobre las 9 para recogerlo todo e irnos a hacer una mini excursión al Cañón del Mascarat. De camino nos compramos un par de napolitanas para desayunar y una vez allí había bastante gente. Conseguimos aparcar en la calle Llevant y la excursión comienza aquí. La excursión no tiene ninguna dificultad, en una horita está hecha pero si que es verdad que tiene muchas piedras y hay pasos que no son aptos para personas con dificultades. No es una ruta asfaltada y cómoda como la del faro del Albir, vaya. Aún así, está chula, a mí a veces me gusta saltar y escalar rocas como una cabra y ver el cañón por dentro con los puentes está chulo. Encima es una zona dónde se hace puenting y es posible que coincidáis con alguno que se tira!

Después nos acercamos al Mirador de los acantilados de Toix y ya nos fuimos a ver la Iglesia de San Miguel Arcángel, una iglesia ortodoxa que llama mucho la atención. Los domingos hacen misa y se puede ir a ver. Cobran 2€ por entrada pero es bastante curiosa.

Por último, pusimos rumbo a casa para llegar a comer.

Dónde comer

8 de tapes: Fuimos a probar este restaurante por la recomendaciones que había visto sobre él y nos encantó! Tienen comida típica valenciana pero con un toque de fusión que llamo yo. Si eres demasiado clásico para la comida no lo recomiendo ya que algunos sabores son ciertamente únicos. Nosotros pedimos la ensaladilla rusa, las bravas (ración pequeña), los figatells* y el taco de cochinita pibil. Todo tenía un sabor característico y nos gustó mucho, nos quedamos con ganas de probar más cosas pero si nos tenemos que quedar con algo, sin duda sería con el figatell, que viene sobre una coca, también típica valenciana, y una especie de pisto de tomate, riquísimo!! Salimos a unos 20€ por cabeza.
*Els figatells son una especie de hamburguesa típica de Valencia. Realmente es más un embutido que una hamburguesa pero se sirve como tal., está muy especiado y tiene un sabor único.

Restaurante Il bandito: A este restaurante también llegamos por recomendaciones y nos gustó muchísimo. La comida es auténtica italiana y las pinsas (una forma distinta de preparar las pizzas) están riquísimas. Además, a mi que me encantan los gatos, la visita de Caneta le dio un plus.
Nosotros nos pedimos los nachos mediterráneos (media ración) que están hechos con salsa boloñesa, la pasta carbonara y la pinsa barbagia. Aunque todo tenía una pinta espectacular, nos quedamos con ganas de probar más cosas 🙁

Salimos a poco más de 15€ por persona!