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Guía completa de Occitania, Midi-Pyrénées en 5 días

En esta guía completa de 5 días en Occitania, Midi-Pyrénées encontrarás todo mi viaje, todo lo que hicimos y todos los lugares a los que fuimos. Si no os apetece leer tanto texto también podéis ver la «Lista de cosas que hacer en Midi-Pyrenees en 5 días» dónde está todo en modo lista.

(Actualizado: Agosto 2023)

¡Hola clarineadores!

Hoy vengo a hablaros de mi viaje a Midi-Pyrénees, Occitania. Alex y yo queríamos hacer un viajecito en agosto pero siempre huimos de las multitudes, de los sitios más turísticos para poder disfrutar mejor del lugar. Esta nos pareció una buena opción, ya que, además, nos permitía ir en coche (ya que no queda demasiado lejos) y poder poner el blablacar de un sitio a otro para ahorrarnos algo de dinero.

«CONSEJO»: Esta guía está basada en un viaje de verano, donde las temperaturas y las horas de luz son específicas. Si planeas viajar en otra época del año, ten en cuenta que los días serán más cortos y las actividades podrían variar.

Pre-viaje: vuelos, hotel, moneda, maletas…

Durante el pre-viaje hay que tener varias cosas en cuenta, como por ejemplo la cantidad de maletas y/o tamaño que vas a llevar, cosas que vas a reservar con antelación, tiempo que hará cada día, qué llevarnos en la maleta, etc.

TRANSPORTE: Como ya he dicho, nosotros decidimos ir en coche ya que nos permitía ahorrar algo de dinero y sobre todo, nos permitía tener toda la movilidad y flexibilidad que necesitásemos. Hay que tener en cuenta que depende de tu lugar de residencia puede ser una opción asequible o no. También se puede coger un vuelo hasta Toulouse y allí alquilar un coche para poder ver bien los pueblos de alrededor. Francia es un país con bastantes peajes así que nos gastamos bastante dinero en ellos, unos 90€. Por otra parte, la gasolina está más cara que en España, alrededor de los 2€/l. Nos gastamos aproximadamente unos 200€ en gasolina saliendo de Valencia y volviendo, de los cuales, 130€ suplimos con blablacar. En total por tanto fueron unos 290€ el viaje, si restamos el blablacar serían unos 160€.

ALOJAMIENTO: En cuanto al alojamiento, hicimos una primera parada en Barcelona para visitar a unos amigos y no hacer todo el viaje de golpe y nos quedamos en su casa. En Toulouse estuvimos 3 noches en un apartamento que reservamos por Booking: Chaleureux Studio, y nos costaron 160,65€ las 3 noches. En Albí nos alojamos en otros apartamento, muy cuco la verdad, era una especie de buhardilla y estaba muy céntrico, también reservamos en Booking: Cadre exceptionnel niché sous les toits dans le quartier historique, nos costaron 113,40€ las 2 noches. Hicimos otra noche en un hotel de Andorra a la vuelta del viaje que fue cortesía de mis padres, si no recuerdo mal, la noche costaba unos 70€ con desayuno y fue en el Hotel León.

MALETAS: Como viajábamos en coche no nos preocupamos demasiado por el tema del equipaje pero si que es verdad que como íbamos a poner el blablacar no podíamos llevar maletas grandes porque sino no cabrían las de los demás pasajeros, así que nos llevamos una maleta de cabina cada uno y alguna que otra bola aparte.

MONEDA: Obviamente Francia pertenece a la Unión Europea y su moneda es el euro € pero quería destacar que Alex y yo nos hicimos una «caja fuerte» en Revolut que es como una hucha donde vas poniendo dinero para ir ahorrando. Tienes que elegir el dinero que más o menos necesitas, la cantidad y periodicidad con la que vas a ir añadiendo y la fecha límite. Es súper práctico, gracias a eso no nos dolió tanto cuando llegaron los pago de los hoteles!

RESERVAS ANTICIPADAS: Lo único que reservamos con antelación fue el FreeTour que hicimos en Toulouse. Lo hicimos con GuruWalk, en concreto con Álvaro, el cuál consiguió que nos encantara. Os dejo el link por si lo queréis reservar: Freetour Toulouse con Álvaro. Aviso! Nadie me paga por nada de esto, simplemente quiero compartir mi experiencia y lo que más me ha gustado de cada viaje que he hecho.

Primer día: 18 Agosto – Carcassonne

Como fuimos a visitar a un amigo para no hacer el trayecto de golpe, salimos desde Barcelona hasta Carcassonne. Llegamos allí sobre las 11 y algo y aparcamos en el parking del pueblo, creo recordar que era bastante barato así que nos nos dolió pagarlo. Desde ahí nos dirigimos hacia «La cité», es un paseito de unos 20 minutos andando. Una vez lleguéis tendréis que atravesar la muralla para entrar y callejear, callejear, callejear. Es imprescindible que veáis: la Porte Narbonnaise, la Porte de l’Aude y la Basílica de San Nazario.

No tardaréis mucho en recorrer sus calles, así que buscad con tiempo un sitio para comer porque muchos cierran sobre las 14:30 y quizá las cocinas cierren incluso antes. Nosotros decidimos volver al pueblo ya que los restaurantes dentro de la muralla eran los típicos para turistas y además estaban llenos de gente. Así que tranquilamente bajamos a buscar algo para comer más alejado de la multitud. Queríamos probar Le Blé Noir, una crepería de los galettes famosos franceses pero no nos dimos cuenta que cerraba a las 13:00h!!! Así que otra vez será, acabamos en Au lard et au cochon, tenían un menú bastante asequible y estaba rico todo.

Al acabar de comer nos dimos un último paseo por el pueblo, fuimos a alguna tienda de cómics (que son muy famosas en Francia, hay por todas partes) y a la Catedral de San Miguel de Carcassonne. Después ya pusimos rumbo a Toulouse para hacer noche allí, más o menos había una hora de distancia.

Al llegar a Toulouse fuimos a un Carrefour y compramos algo para cenar ya que teníamos cocina y minicomedor en la habitación.

Segundo día: 19 Agosto – Toulouse

El segundo día lo pasamos entero en Toulouse. Teníamos reservado un Freetour a las 10.30h y empezaba en la Plaza Saint-Sernín. El tour pasaba por los lugares más pintorescos de Toulouse como son: la Basílica de Saint-Sernín, la Rue du Taur, la Église Notre-Dame-du-Taur, la Plaza del Capitolio, el Ayuntamiento, el Teatro del Capitolio, Convento de los Jacobinos, Plaza de la Daurade, Basílica de la Dorada de Toulouse, el río Garona y el Puente Nuevo, el Hôtel d’Assézat, Terre de pastel, Museo de los Agustinos, Rue des Arts, Place Saint-Étienne y finalizando en la Catedral de Toulouse. El Freetour acabó sobre las 13h así que decidimos buscar un sitio para comer ya que como ya he dicho, aquí se come bastante más pronto que en España.

El guía nos recomendó un sitio de galettes que estaba bien de precio así que nos acercamos al restaurante, se llamaba Pastel et Sarrasin. No es el mejor restaurante en el que hemos estado pero tenía precios asequibles para estar en una de la calles más famosas de Toulouse y además comimos algo típico de la zona.

Al acabar de comer hacía un calor bastante insoportable por lo que decidimos volver al hotel a descansar un rato. Una vez bajó un poco el sol, nos acercamos a la plaza Plaza de la Daurade, donde pudimos ver el atardecer sentados en el césped del puerto. Después dimos una vuelta a la ciudad con más libertad que por la mañana y volvimos a hacer la compra en Carrefour. Allí decidimos comprar la cena (ya que el apartamento tenía cocina) y la comida para llevarnos a la excursión del día siguiente.

Tercer día: 20 Agosto – Ruta Pirineos franceses

El tercer día decidimos acercarnos a los Pirineos y hacer una excursión. Echando un vistazo en Wikiloc encontramos una ruta sencilla con posibilidad de baño en una cascada, dado el calor que estaba haciendo esos días nos llamó mucho la atención el poder darnos un chapuzón así que para allá que fuimos. La ruta en cuestión es la siguiente: Cascade de l’Artigue, y el parking donde hay que aparcar el coche se llama Parking de Lartigue.

La ruta era bastante cortita, en una hora y poco ya nos encontrábamos en la cascada, súper bonita por cierto, así que nos pusimos a buscar un sitio donde poder sentarnos y picar algo para comer.

Las imágenes hablan por sí solas, nos dimos un buen baño, comimos bien y, en general, disfrutamos mucho de las vistas y de la excursión en sí. Cuando se hicieron las 4 de la tarde aproximadamente, emprendimos la ruta de vuelta.

De camino a Toulouse paramos por el pueblecito de Tarascon-sur-Ariège que nos pillaba de camino. La verdad que no tenía muchas cosas que ver y entre eso y que estábamos cansados, decidimos volver al hotel. También vemos buena opción para en Foix, quizá tenga algunas cosas bonitas que merezcan la pena y está de camino.

Cuarto día: 21 Agosto – Pueblos

Este cuarto día en Occitania, Francia, tocaba ir a los famosos pueblecitos de alrededor. Teníamos apuntados para ir los siguientes: Castelnau-de-Montmiral, Cordes-sur-Ciel, Gaillac, Saint-Antonin-Noble-Val y Najac. Si crees que es posible visitarlos todos en un día, creedme que no. Hay cierta distancia entre ellos y estaréis cansados. Además que al final acabas por nos disfrutar de estos bonitos pueblos aunque merezcan mucho la pena. Así que si tenéis la oportunidad de alargar un día el viaje os recomiendo que los veáis todos en dos días.

Nosotros decidimos ir a Castelnau-de-Montmiral porque era el que más cerca nos pillaba de Toulouse y aunque no era el que mejores reseñas tenía nos encantó. No había nadie, estuvimos prácticamente solos y al ser el primero lo cogimos con muchas ganas y nos gustó mucho.

De ahí cogimos el coche y nos fuimos a Saint-Antonin-Noble-Val. muy bonito también por cierto. Tienen un parking un poco a las afueras que viene de maravilla. Aquí decidimos comernos un bocadillo que nos compramos en una panadería y así ya teníamos la comida hecha.

Al acabar de ver el pueblo decidimos que solo nos daba tiempo a ver uno más. Aun teníamos que llegar a Albi, hacer el check-in etc. Nos decidimos por Cordes-sur-Ciel ya que era del que mejor habíamos oído hablar y también nos pillaba más cerca. La única forma de aparcar aquí es pagando, es un poco caro pero merece la pena, ya que el pueblo se encuentra en lo alto de una montaña y el parking se encuentra en ella misma (y encontrar parking abajo es prácticamente imposible). Además es uno de los pueblos más bonitos que he visto nunca, es un espectáculo, merece mucho la pena ir a verlo. Y como los adías anteriores, había muy poca gente.

Una vez terminamos de ver este pueblo ya nos fuimos hacia Albi. Allí, al acabar de dejar las maletas, decidimos dar una vuelta por la tarde-noche en busca de algo para cenar. Y qué otra joya escondida descubrimos… Siempre había oído hablar de Carcassonne, y es cierto que tiene mucho encanto, es un pueblo particular, pero Albi no tiene nada que envidiarle, nos sorprendió muchísimo. También es verdad que fue un viaje en el que no teníamos muchísimas expectativas puestas ya que no es una zona demasiado explotada y conocida, y es por ello que nos gustó tanto. Sin expectativas te acabas sorprendiendo más y encima no había casi gente.

Quinto día: 22 Agosto – Albi

Por supuesto, para nuestro último día en Occitania debíamos explorar bien el pueblo de Albi. Así que decidimos callejear por sus calles, admirar la Catedral de Santa Cecilia de Albi o el Palacio de la Berbie, e incluso comprar algún queso que otro en el Marché Couvert.

Al acabar de recorrernos el pueblo, paramos a comernos un poke en O’baie d’Açaï Albi, de hecho volvimos a la tarde a tomarnos también un açaí, muy recomendado si vais justos de presupuesto y os gusta este tipo de comida.

Poco más que añade de este día en Albi, nos gustaría volver en otra época del año donde haga menos calor, le guardamos cariño a este pueblo.

*Cenamos en el hotel ya que el apartamento también tenía cocina.

Espero que os haya gustado nuestro itinerario, desde luego es un viaje muy recomendable!

También tenéis inspiración para otros viajes en mi página de inicio.

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Finde en Altea

¡Hola clarineadores!

Hoy vengo a hablaros de nuestra escapada a Altea en abril. La Comunidad Valenciana proporciona bonos turísticos que sólo puedes solicitar si estás empadronado en ella, una vez lo solicitas y te lo conceden, puedes escoger cualquiera de los alojamientos de su lista y te reducen el 60% de la estancia. Así que nosotros elegimos Altea, un pueblecito pequeño pero con mucho encanto en la provincia de Alicante que llevaba tiempo queriendo visitar. En verano tiene la posibilidad de baño, ya que cuenta con muchas playas bonitas aunque de piedras, eso sí. Pero está muchísimo más masificado y quizá eso haga que la estancia no sea tan agradable. Bajo nuestra experiencia, en abril hace buen tiempo, te encuentras algún turista que otro pero nada comparado con la masa de gente que llega en verano, y puedes disfrutar del pueblo tranquilamente, hacer fotos y recorrer sus calles sin agobios. Al fin y al cabo, pueblos costeros con calas y posibilidad de baño, hay muchos.

ALOJAMIENTO: En cuanto al alojamiento, elegimos uno de los que estaban en la lista, el más barato de hecho. El hostal en cuestión era el Hostal Fornet Altea. Las habitaciones no son nada del otro mundo pero por el precio que pagamos están más que bien. El baño está reformado y la ubicación es genial, tampoco pedimos más.

Primer día: 28 Abril

Llegamos allí el viernes casi a la hora de comer, así que nos dio el tiempo justo para hacer el checkin, dejar las maletas, pasear un poco por la plaza principal y bajar a la zona de la playa para buscar un sitio para comer. La plaza principal es La Plaza de la Iglesia, donde efectivamente se encuentra la Iglesia de Altea cuya cúpula es el símbolo más característico de este pueblecito.

Fuimos a comer a un sitio que había visto recomendado llamado 8 de tapes y la verdad que no nos defraudó para nada, más abajo hablaré de él. Una veza habíamos comido, fuimos a tomar un helado en Llao llao. que está al lado y después dimos un paseo por toda la playa. Han dejado el paseo muy bonito y se estaba muy a gusto. Volvimos al hostal a descansar atravesando el ayuntamiento y otras calles. Después de darnos una ducha y haber descansado un rato salimos otra vez hacia la zona de la playa para verla esta vez de noche, cenamos en un kebab que había por allí ya que no pretendíamos gastar mucho.

Segundo día: 29 Abril

A la mañana siguiente, fuimos a desayunar al bar de debajo del hotel, tiene cosas ricas pero están muy saturados, o al menos cuando fuimos nosotros solo tenían un camarero y no daba a basto. Y ahora sí, nos dispusimos a recorrer todas la zonas pintorescas del pueblo. Fuimos por la famosa Calle San Miguel, entrando en las tiendecitas, que hay muchas. De hecho compramos una ilustración y separador de libro en una tienda con mucho encanto llamada Estudio De Arte Casa Del Pajaro. Llegamos a la plaza de la Iglesia otra vez y disfrutamos de las vistas en el Mirador de los Cronistas de España. Desde allí fuimos al Carrer Major, a la Calle Salamanca, al Mirado Blanco y a la calle Santa Bárbara. Encontramos un spot perfecto para hacer fotos y sin gente! El callejón San Pau. Enfrente está el restaurante l’Airet. el cuál también tenía apuntado como recomendación por sus arroces, no lo probamos pero lo haremos la próxima vez que vayamos.

Una vez exploramos todas la calles e hicimos todas las fotos necesarias fuimos a comer a un italiano que tenía recomendado: Restaurante Il bandito. Cuando llegamos nos recibió una gatita naranja llamada Caneta que es el alma del restaurante, así que si te gustan los gatos anímate a saludarla! La comida estaba riquísima, otro gran acierto! Hablo de ella más abajo.

Cuando terminamos de comer, descansamos un poco en el hotel y nos fuimos hacia El Albir. Allí hay una rutita asfaltada, muy cómoda que lleva hasta el faro del Albir. Dependiendo del año y del tiempo, el atardecer se ve mejor o peor pero aún así merece la pena escaparse un poco a la «naturaleza» y ver algo diferente. Si vais en verano, allí se encuentra la Cala de la Mina, el camino está un poco escarpada y hay desnivel, pero si os queréis alejar de las masas veraniegas puede ser una buena opción. Después de acabar la ruta fuimos al Burger King a cenar , es cutre, lo sé, pero aún somos estudiantes Alex y yo y no podemos permitirnos comer y cenar fuera siempre! jajajaja

Al acabar de cenar volvimos a Altea, nos apeteció tomarnos un helado en una heladería que teníamos al lado del hostal: Yogurteria Iglú, el dueño del local es un señor muy entrañable y todo lo que tienen está muy rico, también nos recomendaron los crepes pero estábamos llenos, os animo a vosotros a probarlos y me decís qué tal 😀

Paseamos por la zona de noche, tiene otro toque, y ya nos volvimos al hostal.

Tercer día: 30 Abril

Hoy domingo nos levantamos sobre las 9 para recogerlo todo e irnos a hacer una mini excursión al Cañón del Mascarat. De camino nos compramos un par de napolitanas para desayunar y una vez allí había bastante gente. Conseguimos aparcar en la calle Llevant y la excursión comienza aquí. La excursión no tiene ninguna dificultad, en una horita está hecha pero si que es verdad que tiene muchas piedras y hay pasos que no son aptos para personas con dificultades. No es una ruta asfaltada y cómoda como la del faro del Albir, vaya. Aún así, está chula, a mí a veces me gusta saltar y escalar rocas como una cabra y ver el cañón por dentro con los puentes está chulo. Encima es una zona dónde se hace puenting y es posible que coincidáis con alguno que se tira!

Después nos acercamos al Mirador de los acantilados de Toix y ya nos fuimos a ver la Iglesia de San Miguel Arcángel, una iglesia ortodoxa que llama mucho la atención. Los domingos hacen misa y se puede ir a ver. Cobran 2€ por entrada pero es bastante curiosa.

Por último, pusimos rumbo a casa para llegar a comer.

Dónde comer

8 de tapes: Fuimos a probar este restaurante por la recomendaciones que había visto sobre él y nos encantó! Tienen comida típica valenciana pero con un toque de fusión que llamo yo. Si eres demasiado clásico para la comida no lo recomiendo ya que algunos sabores son ciertamente únicos. Nosotros pedimos la ensaladilla rusa, las bravas (ración pequeña), los figatells* y el taco de cochinita pibil. Todo tenía un sabor característico y nos gustó mucho, nos quedamos con ganas de probar más cosas pero si nos tenemos que quedar con algo, sin duda sería con el figatell, que viene sobre una coca, también típica valenciana, y una especie de pisto de tomate, riquísimo!! Salimos a unos 20€ por cabeza.
*Els figatells son una especie de hamburguesa típica de Valencia. Realmente es más un embutido que una hamburguesa pero se sirve como tal., está muy especiado y tiene un sabor único.

Restaurante Il bandito: A este restaurante también llegamos por recomendaciones y nos gustó muchísimo. La comida es auténtica italiana y las pinsas (una forma distinta de preparar las pizzas) están riquísimas. Además, a mi que me encantan los gatos, la visita de Caneta le dio un plus.
Nosotros nos pedimos los nachos mediterráneos (media ración) que están hechos con salsa boloñesa, la pasta carbonara y la pinsa barbagia. Aunque todo tenía una pinta espectacular, nos quedamos con ganas de probar más cosas 🙁

Salimos a poco más de 15€ por persona!